“La edad de la Sal” y “Superstar” nos llevan al lado conmovedor del arte este mes de septiembre

12 septiembre, 2018

A lo largo de la vida existen una serie de circunstancias internas y externas por las que transitamos, y con las cuales experimentamos diversas emociones; estas situaciones por lo general nos dejan un aprendizaje y dependiendo de su manejo pueden transformarse en inspiración para crear obras de arte.

Nuestras exposiciones del mes de septiembre, a pesar de manejar temáticas diferentes, tiene en común la carga emocional. Patrizia Desideri con la muestra “La edad de la sal” y Paulina Wagemann con “Superstar” decidieron tomar los hechos que las conmovieron y a través del feeling y la inquietud dar vida a sus proyectos.

Desideri, inició la apuesta por reflejar las consecuencias del calentamiento global a partir del año 2010. «Quedé seleccionada en la Bienal de Beijing -cuya temática era el calentamiento global-  con una obra donde por primera vez aparecieron los pingüinos como iconos de la fragilidad».  Estas aves en peligro de extinción, como lo es el  pingüino de Humbolt en Chile, se suman como protagonista de sus pinturas en donde el gran desafío es “ reflejar lo duro de la realidad, a través de los estético- y ojalá poético- para expresar mi visión de la humanidad”, afirma la artista.

“ La edad de la sal”, encuentra la inspiración para su nombre en el poema “Pingüino”de Pablo Neruda.  “Este nombre  alude a la vida, a la tierra, a los millones de años de evolución que el hombre moderno está destruyendo”.

La autora solo tiene una aspiración con respecto al público espectador: “Que a alguien le llegue, que sienta la fragilidad que hay en nuestro ecosistema y en nuestro planeta. Que sienta ese frío de la Patagonia y la desolación del desierto, y que a través de estas frágiles aves que están en peligro motive a alguna reflexión».

Para Paulina Wagemann el trabajo creativo de “Superstar” se refiere “al proceso de sanar el dolor que nos deja la partida de nuestros seres queridos. Empecé esta serie con la muerte como tema principal, como una despedida a mi padre. Desde ese lugar, fue dándose una línea de vida, de tiempos sin tiempo, de recuerdos y de la búsqueda del origen de mi trabajo en general.Esto me llevó a sentirme identificada con los migrantes, representados por aves y seres que vuelan, al igual que mis ancestros, en busca de su nido. Muriendo a su vida anterior. Con momentos felices, y recuerdos de juegos, olores, música, y amores.Así la muerte pasa a dar sentido a la vida. A un renacer permanente,  para a través del arte no morir de pena con la realidad. A volver a ser niña», expone la artista.

Con el nombre de la rosa favorita de su abuela, la rosa “ Superstar”, la autora ha bautizado su muestra  debido a ese simbolismo y relación entre el dolor y el amor con las espinas y la belleza de esta flor. «Mi abuela era parte de la naturaleza, y la naturaleza nos muestra a través de la rosa y sus espinas, como conviven la belleza con el amor, el cuidado, y el dolor», reconoce Wagemann.

Wagemann, utiliza como técnica el grabado verde -ausente de químicos- para lograr plasmar 9 meses de proceso artístico » en donde con cada punta del bisturí, van creándose las matrices de este proyecto. Matrices frágiles al igual que nuestra vida».

“Siento que al menos se podrá ver la relación entre el amor y el dolor, lo gráfico con el tema de las rosas.  De alguna manera a esa rosa les cuesta aceptar las frustraciones, pero al juntarlas se armonizan (…) de todas maneras cada persona podrá ver algo diferente (…) con haber podido plasmar ese sentimiento y mi energía , y que alguien se identifique, es suficiente”, afirma la autora.

Disfruta de estas dos exposiciones en el Centro Cultural de Colina desde el 29 de septiembre hasta el 15 de octubre, de lunes a viernes de 9:00 am a 6:00 pm y los sábados de 9:00 am a 2:00 pm.

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